viernes, 28 de septiembre de 2007

Historia real de hoy, una calle, un auto, una micro y el anciano muerto.

Hoy día vi como atropellaron a un hombre.
Ví su sangre derramada en el piso, ví sus pies moverse en esos zapatos cafés.
Yo lo ví saltar, estrellarse con el parabrisa, romper el vidrio del auto, quedar a muchos metros más lejos.
Dije: "-Conchesumadre- y me paré. Estabamos fumando en la plaza con mis compañeros.
Lo dudé por un minuto -nunca había visto algo así- no reaccioné prudentemente, solo ví a mi amiga al lado tapándose la boca con las manos y con los ojos llorosos, las dos nos acercamos primero. Rápidamente la gente se acercó y la escena se vio rodeada de mucha gente que quería ayudar... y otros tantos que solo estaban parados como hueones, una pendejas riendo y otras viejas sapas del sector.
Me agaché hasta quedar a la altura de los pies de la gente, quería ver el rostro del hombre, me metí entre unas piernas (no entre la entrepierna, hice más bien un espacio) y logré ver su cara, era un abuelo (no literalmente, eso es algo que no sé), era anciano, unos 70 años, puede ser.
Esto es psicosis al extremo, pero estuve segura, que por un momento, el hombre me miró, cuando yo me agaché para ver su rostro.
Casi lloro.

Volví a mi casa en micro, con mi amiga, las dos sentadas sin hablar, en una micro "Transantiago", pero de las amarillas antigüas que pintaron de otro color.
Al frente mio había una niña pequeña, parece que iba durmiendo, porque iba con una mano colgando y solo podía mirarle su pequeña mano mientras me acordaba del anciano que se murió.

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