miércoles, 28 de enero de 2009

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Las personas tratando de salir de su propia simpleza, especulando amaneceres, amaneceres que ni siquiera verán los ojos de ellos mismos, ni los ojos de sus hijos.
El comportamiento humano nos hace recrear imagenes, recrearlas y plasmarlas en nuestros recuerdos, recuerdos que compartimos, por lo cual creamos esa memoria colectiva, sólo de imagenes imaginarias. Podemos dibujarlas, imitarlas, sacarles copia, llevarlas a cabo en una actuación mágica y siniestra, pero el fondo fue y siempre será oscuro.
Dentro de esos amaneceres las personas se explayan y nacen como fetos brillantes, envueltos en capas viscosas, como el carbón cae de una fogata, las cenizas pulen su camino y el humo alaba una nueva secuencia, el segundo carismático más hermoso en la historia del tiempo, desde que existe la conciencia del tiempo, la valoración de los segundos, como único motivo existencial. ¿Cómo mueren estas personas? ahogadas en sus propias plataformas, en sus propios universos, atónitos de tantos estruendos. Universos plagados de ácaros infernales que cantan sus canciones como dominando al mundo, implantando ideas que solo unos pocos escuchan y se revuelcan como cerdos ante tal sabiduría heroica, colmando así el margen de la verdad, adueñándose de cada uno de sus niveles, acoplando el espacio único que se detiene en cada una de las personas que gritan desesperadas, y nadie las escucha.
Cada persona puede desordenar sus cabezas, más no poder escapar de su propio comportamiento.
¿Cómo se puede corregir esto? como el quiebre de la partitura que lleva la melodía más prematura, a partir de una sola secuela, la del amor. Cada frase, cada acción y contradicción, cada penumbra sin sosiego, cada habitación plagada de arañas y cada tormento careciente de sentido, llevan a lo mismo. El amor como salvación esplendorosa de gravedad asociada al lamento, compañera de herejías, sacramento de la más divina adoración, ¡punto y melodía! de la gran orquesta que existe en mi delirio.

1 comentario:

Edu dijo...

El amor salva al corazon, si el es verdadero, pero al ser solo le rescata de la desesperacion, la palabra y la reflexion.
Un Saludo.